Viva la discriminación

A propósito de la marcha de ayer por la diversidad sexual organizada por el Movilh, a la cual asistieron más de 80 mil personas, Pablo Tirado presenta un sólido punto de vista. Antes de comentar, léanla hasta el final. Se llama «Viva la discriminación«

 

Viva la discriminación

La discriminación es fundamental en nuestra convivencia. Sin discriminación no podríamos vivir.

 Toda relación entre personas, instituciones se basa en la discriminación. Toda distribución de mando es una discriminación. Toda distribución de responsabilidades es discriminación. Ni el ejército, ni la iglesia, ni la empresa, ni tampoco la comunidad podrían desarrollarse si no existiera la discriminación. ¿No es  discriminación el decir tú haces eso y yo hago esto?

 Leo el Mercurio de hoy, en la sección cartas:”Existen múltiples formas de discriminación. La más grave es aquella respaldad por la ley. La norma del matrimonio civil discrimina a las personas de manera explícita” ¡Qué craso error! ¡Viva a las discriminaciones respaldadas por la ley!

 Todo lo  anterior puede ser considerado como exagerado, mas ¡Nada menos exagerado¡

 ¡Terminado el artículo? No, porque falta una explicación. Y la explicación es fácil: la falta de la palabra arbitraria.

 Lo que no es aceptado es la arbitrariedad, porque convengamos por ejemplo, en que legislar es discriminar. Toda ley  separa y ordena algo, pero es necesario entender que separa. Las leyes tributarias separan a los que pagan por algo con los que no pagan, fijan (discriminan) cuánto pagan unos y cuanto pagan otros. La propia Constitución de Chile dice en su Artículo 19 N° 2 dice “Ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias arbitrarias

 Hace años demandé al Banco Central de Chile por discriminación arbitraria. Gané el juicio en la Comisión Antimonopolio y posteriormente en la Corte Suprema. Lo gané porque era arbitraria, no porque era discriminativa.   El origen de la demanda fue una disposición emanada del Banco que decía, con ocasión de la crisis del año 1982 que arrastró a los Bancos, que las casas que estaban en poder de los Bancos tenían acceso a un crédito a largo plazo y bajos intereses, que las demás casas no tenían ese acceso. El objetivo era salvar a los bancos factibilizándoles el deshacerse de las propiedades que habían incautado de las empresas constructoras deudoras. Pero el caso es que yo había construido 26 viviendas, había vendido 13 y desde el mismo momento en que salió la disposición de Banco Central no pude vender ninguna más, entrando en un enorme problema financiero,  porque no había crédito tan favorable como el que se ofrecía en la nueva disposición. La discriminación era arbitraria. Las casa se podían vender a crédito o no según quién era su propietario, esto es, por las características de su propietario, no por las características de la casa. Como yo había logrado mantener las casas en mi poder, pagando, postergando y negociando mis deudas, me condenaban a ir a la quiebra. ¿Queda claro que la palabra clave era arbitraria?

 También en El Mercurio leo en el cuerpo Nacional “la primera marcha por la igualdad…..” ” Y yo pienso ¡Qué estupidez! ¡Viva la desigualdad!  Leo también “el que discrimina a las minorías sexuales es el mismo que discrimina a los pobres….” Y yo digo ¡Viva la discriminación sexual! ¡Viva la discriminación a los pobres! Porque esta última discriminación permite con otra discriminación ir en su auxilio con recursos que se discriminan (separan) del erario nacional. Otra cosa es la discriminación arbitraria. No es arbitrario que un hombre sea distinto que una mujer, que un heterosexual sea distinto a un homosexual. Menos mal que es así. La discriminación no arbitraria es considerar a los homosexuales diferentes a los heterosexuales, ¡y son diferentes! La arbitrariedad puede consistir en que los homosexuales son de segunda clase. ¡Y no lo son!  ¡La arbitrariedad puede consistir en que no se pueden casar mientras esté vigente la legislación actual. Yo personalmente pienso que eso no es tan arbitrario como parece, que basta crear una institución muy parecida al matrimonio, que podría llamarse por ejemplo, matrimenio, que contenga todos los elementos que los homosexuales necesitan para su desarrollo. El matrimenio seguramente será casi idéntico al matrimonio, pero la palabra “casi” es fundamental. ¡Aquí aparece otro factor omitido en las manifestaciones además de la palabra arbitrario. Es la Transparencia.

 Las diferencias deben transparentarse para evitar la arbitrariedad. Y se resuelve el problema. La transparencia es siempre vital en el cuerpo social. Hasta hoy el concepto de hombre y mujer no necesitaba de mayor transparencia porque los conceptos eran, o parecían, muy claros. Ahora deberemos ser transparentes: el heterosexual recurre al matrimonio, el homosexual recurre al matrimenio. Ni una ni la otra institución es de segunda, es simplemente diferente. Hay discriminación, pero no hay arbitrariedad.

 En nombre de la transparencia no nos debe extrañar que los formularios del futuro, al definir las características del firmante de algún documento, presente cuadritos a ticar con las opciones: masculino, femenino, homosexual. Y los cuadritos del estado civil: soltero, casado, casedo, viudo, viedo. ¡Eso es transparencia, clara, digna, informativa. Los formularios actuales contienen discriminación en esos cuadritos-opciones pero ella es transparente, digna, informativa, y no es arbitraria. Los formularios del futuro tendrán las mismas atribuciones. Oponerse a ello s tratar de ocultar la transparencia. Igualmente los partes de matrimonio que recibiremos dirán algo así como: Pedro y Juana lo invitan al matrimenio de Diego con Francisco que se efectuará……y todo será claro, digno y transparente.

 Terminaremos diciendo que todo el cuento de la igualdad debe referirse a la igualdad de trato y de oportunidades. Abogar por la igualdad a secas es una estupidez. No existe la igualdad a secas, todo es diferente, cada ser y cada cosa es única e irrepetible y lo mejor que se puede hacer es trasparentar esas diferencias para que se tengan en cuenta ya sean grandes, ya sean pequeñas porque las diferencias constituyen el motor del desarrollo.

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Publicado en LegoAmarillo

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