Resumen día 9:
Antes de relatar el resto del día aclaro: Benja suele hurgar en lo que considera (con razón) la fascinante de basura de Nueva York. En verdad le encanta, de hecho me veo interrumpida varias veces al día cuando estamos hablando por Benja comentando la basura. Igual tiene razón; la gente bota cosas insólitas: muchos sillones y colchones, teles, libros, revistas intactas, etc. Aquí hay un video que ilustra tanto lo exótico de los desechos gringos, como la fascinación de Benja:
Pero volviendo a lo principal: después de estar a la deriva por Brooklyn, llegamos al parque que se ve al final, que se parece a un paseo de Valparaíso en el sentido en que es largo y peatonal, pero con una vista un poco más glamorosa; vimos el lado este de Manhattan en la puesta de sol hasta que se oscureció totalmente. Después caminamos un par de cuadras por Brooklyn Heights, en busca de un lugar para comer. Inocentemente nos pedimos una pizza grande para los dos pensando que sería suficiente porque teníamos mucha hambre. Pero resultó que era suficiente para alimentar a una familia Opus Dei de obesos mórbidos. Por suerte estaba súper rica, y logramos comernos 6 de los ocho pedazos. Para variar, el que atendía era latino, y tenía un jockey de los New York Yankees. Cuando terminamos de batallar contra la pizza y nos tomamos un litro de agua cada uno, decidimos volver al hostal. Estábamos de suerte, a media cuadra había una estación de metro que nos llevaba directo. Hubiese sido perfecto si nos hubiéramos tomado el metro en la dirección correcta. Como a las 3 estaciones nos dimos vuelta y nos devolvimos. Me sentí demasiado tonta cuando pasamos por Clark Street, la estación donde originalmente nos subimos, como 15 minutos antes. Pero finalmente llegamos al hostal y todo estuvo bien; tratamos de hablar con nuestras familias pero fue difícil porque en la zona donde había wifi había demasiado ruido.
Para incluir un viaje de 4 horas, el día 9 fue bastante productivo.

Bien temprano en la Union Station de Washington listos para un viaje de 4 horas de vuelta a Nueva York.

Pocas cosas son tan emocionantes como viajar en un bus con techo de vidrio. Aviones, pájaros, supermans y ovnis se ven sin problemas.

La Amalia (de mochila rosada) haciendo el check in en el Hostel International. El chino enano que se ve en primer plano come con la boca abierta.

En cuando hicimos el check in, salimos del hostal al tiro a recorrer. En una esquina del Central Park nos topamos con este monstruo que en vez de morder, pica.

En el Upper East Side. El chico del pórtico justo había salido del pórtico y no pudo salir en la foto.

La Amalia me obligó a subir esta foto. Según ella, la del vestido negro es Serena Von muhlembrock caminando en Park Avenue. no sé qué significa eso.
Hola!! Cabros, primero que nada…yo estuve hace poco alli y una noche recogi VINILOS en PERFECTO ESTADO…con caja y todo… que alguien habia botado por alli…me los hubiese llevado, pero mi grupo familiar dijo que si me los llevaba iban a evitarme por medidas sanitarias 😦
besos y que rico verlos pasandolo chancho!
Nico Nakousi
La foto shopping 1 esta excelente! sigan escribiendo
oooh la pizza, me meto a ver esa foto todos los dias y sufro
estan increibles sus relatos… estoy preparando mi viaje (solo) para octubre, y espero me sirvan sus escritos como guia… voy en dia 9, me los he leido todo… suerte!!