El Universo

Pablo Tirado* tiene una manera de escribir sobre temas técnicos parecida a la que tiene Stephen Hawking. Es capaz de hacer entender al más negado en el área de las ciencias temas tan complejos como la tetradimensión y la física cuántica. Él mismo tuvo la excelente idea de publicar cuatro artículos relacionados entre sí que hablen sobre nuestra relación a distintas escalas, como raza y planeta, con el universo que nos rodea. Es así como se ofreció a mandar las columnas para que se publiquen los primeros sábados de cada mes hasta formar una cuadrilogía completa partiendo por la de hoy que les dejo a continuación:

El Universo es distinto a como lo percibimos.

El universo es interpretado antropomórficamente, esto es, a la medida de cómo lo percibe el hombre.

Pero realmente el universo es dramáticamente distinto.

Lo percibimos por medio de nuestros sentidos pero estos no son otra cosa que instrumentos que reciben algunas de las vibraciones que él emite. Si algo físico vibra a menos de 16 ciclos por segundo lo percibimos por el tacto como un golpe. Si vibra entre 16 y 16000 veces por segundo, lo percibimos por el oído y lo llamamos sonido. Si vibra  a más de 16000 veces por segundo no lo oímos y lo llamamos ultrasonido esto es, su frecuencia está más arriba que la que recibe el instrumento oído del hombre, aunque hay animales como el perro cuyo oído está diseñado con una frecuencia corrida hacia arriba del oído del hombre. Tocamos un pito que tiene esas frecuencias y el perro viene y nosotros no oímos nada. A su vez, las vibraciones electromagnéticas cuya frecuencia es de más de  diez mil millones de veces por segundo (un 1 con 10 ceros =10 elevado a 10)  las percibimos como calor y las llamamos infrarrojo. Entre el ultrasonido y el infrarrojo están las ondas de radio que no las percibimos directamente. Las vibraciones de 10 elevado a 14 por segundo las empezamos a recibir por los ojos como color rojo y a medida que la frecuencia es mayor la vemos amarillo, verde, azul y violeta cuando la frecuencia llega a 10 elevado a 15 veces. Luego, si sigue aumentando la frecuencia vibrando más rápido, dejamos de verlas y las llamamos sucesivamente rayos ultravioleta, rayos X y rayos gamma. Así sólo recibimos algunas partes del continuo electromagnético que emite el universo, y a esos trozos son realmente nuestras únicas ventanas al universo.

Todas las manifestaciones del universo en aquellas frecuencias fuera de las ventanas no las recibimos con nuestros sentidos  y por lo tanto no existen para nosotros, a menos que construyamos aparatos que trasladen la información que viene en esas frecuencias a otras que si percibimos.  Por ejemplo las ondas de radio están en frecuencias que son demasiado bajas para verlas y demasiado altas para oírlas. Construimos aparatos de radio que traduce las frecuencias hercianas a frecuencias audibles. Y oímos su traducción.

El conjunto de sentidos del hombre corresponde a receptores de vibraciones que existen en el medioambiente en que nos desarrollamos y corresponde a vibraciones electro magnéticas del sol (luz) y a las respuestas de nuestro planeta (resto de los sentidos).

Si uno fuera ciego, sordo, sin los sentidos del gusto, olfato y tacto ¿Qué pensaría sobre cómo es el universo?

Un ser desarrollado en otro astro madre que emitiera otras frecuencias, por ejemplo rayos X, desarrollaría seres con ojos adaptados para “ver” esos rayos y si vinieran a nuestro planeta su concepción de nuestro universo sería completamente otra que la nuestra, y en su planeta podrían admirar el bello colorido de la 5ª sinfonía de Beethoven o tropezar y caer por los reflejos de un Picasso.

Si ampliamos estos conceptos, lo que podemos hacer hasta el infinito, nos encontramos con un universo que no es como nosotros creemos que es, sino que podemos coexistir con variadas posibilidades de criaturas que no pueden detectarse entre sí como consecuencia de tener ventanas muy distintas. Quizá podríamos conectarnos construyendo los aparatos correspondientes a trasladar las frecuencias percibidas por unos a las percibidas por los otros.

Además del problema de las ventanas, hay otro mucho mas impactante que es el problema de la espacialidad dimensional que por su extensión y dificultades de comprensión lo trataremos en otra columna, de manera que el problema de otras vidas en el universo también lo trataremos después, su certeza y cómo somos observados.

Acuérdense que la próxima columna de esta cuadrilogía saldrá el día sábado 2 de julio.

*El autor de las columnas, Pablo Tirado, es un Ingeniero Civil de la PUC y sus primeros años se desarrollaron en empresas del área industrial. Luego,en forma independiente, trabaja en ingeniería de proyectos. Hoy conduce una inmobiliaria e integra la directiva de una empresa de ingeniería de consulta. Viajero empedernido conoce medio mundo y Chile muy bien por aire y tierra, especialmente el extremo sur.  En sus predios en Pucón cuida minuciosamente la naturaleza.
Tagged with:
Publicado en LegoAmarillo
4 comments on “El Universo
  1. Joe dice:

    muy interesante! ya quiero ver el resto

  2. […] segunda de la cuadrilogía del universo, escrita por Pablo Tirado. Hace cuatro sábados escribió la primera de la serie y quedó en mostrarnos en el artículo de hoy, el problema de la espacialidad […]

  3. […] su primer artículo de la cuadrilogía, Pablo Tirado explicó cómo los humanos percibimos lo que nos rodea y en el […]

  4. […] cuadrilogía de artículos sobre el tema, sacando una columna todos los sábados de cada mes. En el primer artículo habla de cómo el humano percibe su entorno,en el segundo expone el problema de la […]

Deja un comentario